martes, 3 de febrero de 2009
A victoria de Nadal
Abran los museos, ventilen las hemerotecas, y hagan sitio en los grandes libros de gestas: Rafael Nadal jugará mañana la final del Abierto de Australia contra Roger Federer tras imponerse a Fernando Verdasco (6-7, 6-4, 7-6, 6-7 y 6-4) en un partido magnífico, vibrante, loco, maravilloso, entusiasmante y para las mejores videotecas. Un encuentro tremendo. Un día para el recuerdo. Una noche de tenis que enfrentó a dos españoles zurdos; a un tenista establecido en el estrellato contra otro que se quiere comer el mundo; a Nadal contra Verdasco, dos jugadores desesperados por jugar la final del primer grande del año, hambrientos de gloria y sedientos de quedar en la memoria. Desde hoy, la semifinal que enfrentó a los españoles está en los anaqueles: duró cinco horas y catorce minutos, por tres minutos el partido más largo de siempre en el Abierto de Australia.
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